El entrenador es el principal responsable del funcionamiento de un equipo de fútbol. El cómo, cuándo, de qué manera y el tipo de decisiones que tome inciden directamente en el equipo y los jugadores, en cualquier aspecto del juego y muy especialmente en el funcionamiento psicológico de los protagonistas de este gran deporte. Éste es uno de los aspectos que más “peso” tienen en su “trabajo psicológico desde el rol de entrenador” (que sólo puede hacer él, con o sin asesoramiento directo de un psicólogo del deporte).
Por ejemplo, no es lo mismo que un entrenador decida cuándo y dónde concentrarse antes de un partido, que lo hagan sus jugadores o alguno de sus ayudantes. Tampoco es igual que el director técnico deje a un jugador importante en el banquillo en un partido determinado, sin consultarlo con ese jugador, que que busque el consenso con él. Y, por ejemplo, existe una diferencia relevante en relación a si es el entrenador el que se comunica constantemente con sus jugadores, que si lo hace en momentos clave y son sus ayudantes los que mandan ciertos mensajes.
Es decir, qué estilo de toma de decisiones utilice en determinados momentos influye de manera trascendente en el funcionamiento psicológico o mental de su equipo y sus miembros, tanto futbolistas como técnicos y demás ayudantes.
De manera general, existen cuatro tipos básicos relacionados con el estilo de toma de decisiones de los entrenadores respecto a sus jugadores, equipo, colaboradores.... Son los estilos:
- Autocrático: es el entrenador el que toma la decisión sin consultar. Por ejemplo, cuando se da una situación inesperada en un partido y es el propio director técnico el que decide.
- Consultivo: el entrenador consulta a alguien, pero es él mismo el que toma la decisión finalmente. En pleno partido, y ante una posible lesión de un jugador durante el mismo, tras consultar con el propio jugador y el cuerpo médico, el entrenador decide si hace el cambio o no.
- Participativo: el entrenador participa en la decisión, siendo uno más que forma parte de esa decisión. Por ejemplo, en el descanso de un partido con mucho desgaste para el equipo, el entrenador plantea dos o tres opciones de juego con diferente desgaste físico y después deciden entre todos qué quieren hacer.
- Delegatorio: la decisión no la toma el entrenador; sino que delega en otra persona para que sea ella la que decida. Por ejemplo, cuando un entrenador delega en el equipo médico y un jugador para que ellos decidan si éste juega o no un partido.
Existen muchos momentos en los que el entrenador debe elegir qué tipo de decisión tomar y de qué manera. El buen entrenador sabe elegir, en función de las circunstancias cuál es el mejor estilo en cada momento teniendo en cuenta, además de otros factores, el funcionamiento psicológico de los jugadores y del equipo.
Además, cada entrenador sufre un desgaste, con el paso del tiempo, con su equipo, sus colaboradores, y sus futbolistas; por lo que gestionar adecuadamente este importante aspecto es fundamental para que su desgaste sea menor y, por tanto, su influencia favorable sea durante más tiempo en ese equipo, su cuerpo técnico y esos jugadores.
David Peris Delcampo, psicólogo del deporte. Junio 2016.
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