Atrás han quedado los años en los que el trabajo psicológico en el deporte se hacía sólo cuando había problemas que el entrenador o el deportista, exasperados, no sabían abordar y se entregaban, no con cierta desconfianza, a un psicólogo deportivo.
En la última década la psicología deportiva se ha destapado como la disciplina obligatoria e imprescindible en la formación de entrenadores y, por extensión, de sus deportistas. Y en esta última Olimpiada (4 años) la figura del psicólogo deportivo, ha estado presente de forma clara y explícita como cualquier otro técnico del staff y ya no se irá de ahí porque es el único camino al logro del alto rendimiento deportivo y la preparación para la competición. La preparación para competir debe ser completa y no lo es si no se trabaja la psicología del deporte.
El psicólogo deportivo no es “alguien que anima”, no es un gurú de la motivación. Es un técnico que trabaja los 4 factores psicológicos básicos que son: la motivación, la autoconfianza, el autocontrol de la activación y el manejo eficaz de la atención.
Estos 4 factores psicológicos intervienen en la técnica (afianzamiento y control del esquema corporal), en la táctica (toma de decisiones), en el rendimiento físico (logro del 100% de rendimiento pulmonar y control de la tensión muscular) y, por supuesto, en el estado anímico del deportista (control de pensamientos y manejo de emociones).
Gracias desde futboldecabeza.com y deportedecabeza.com a todos los profesionales de la psicología deportiva que han afianzado esta disciplina en el programa de preparación de la mayoría de disciplinas olímpicas. Y gracias a los deportistas por la generosidad de nombrar a sus psicólogos deportivos como parte de su éxito.
¡Empezamos la Olimpiada de Tokio 2020!
José Ángel Caperán
Psicólogo Deportivo
futboldecabeza.com y deportedecabeza.com
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