Quiero entrenar con un psicólogo deportivo

El entrenador más importante

Dollarphotoclub_76483188El entrenador más importante que un deportista tiene en su carrera es aquel de sus inicios en la competición.

Del mismo modo que existe un período crítico para aprender idiomas y ser bilingüe, en el mismo segmento de tiempo, la infancia, se cimienta el autoconcepto del niño y, por consecuencia, del futuro deportista adulto.

Pero… ¿Qué es el autoconcepto? Es, ni más ni menos, que la definición que hace una persona de sí misma, es decir, cómo se ve, cómo se califica entre dos extremos de un par: bueno o malo, seguro o inseguro, fuerte o débil, guapo o feo, hábil o torpe, listo o tonto.

El autoconcepto se forja en la infancia “a fuego”, como si fuera el disco duro de un ordenador. A partir de la infancia difícilmente esa definición automática que hacemos de nosotros mismos va a cambiar. El entrenador de deportistas infantiles ha de ser quien construya la base de la confianza en sí mismo en lo que respecta a su ejecución deportiva y a todo lo que implique la palabra competir.

Objetivos principales de un entrenador de categorías menores:

  1. La competición es un premio al esfuerzo del entrenamiento. La competición no es un examen de matemáticas, no es algo malo.
  2. Competir sirve para conocerse y eso es bueno, la competición es divertida en cualquier modo, la dificultad es estimulante.
  3. Primero compito contra mí mismo, y sólo cuando me aburra de competir contra mí mismo, y ganarme, lo haré contra otros.
  4. El niño debe saber que es el mejor de su equipo en algo, lo que sea, y no tiene por qué ser algo deportivo, pero sí ser reconocido por ello por el entrenador y sus compañeros: el que más lucha en los entrenamientos, el que más mira por el equipo, el que más sabe de fútbol profesional, el que siempre queda primero en la liga de videojuegos, etc.
  5. El niño solo ha de centrarse en lo que está bajo su control.
  6. El niño debe intentar repetir sus ejecuciones exitosas que previamente ha descrito con detalle cómo lo consiguió.
  7. El niño ha de saber verse haciendo lo que pretende hacer.
  8. El niño ha de dominar la posición de su cuerpo y la tensión muscular mediante ejercicios centrados en la propiocepción.
  9. El niño de ha de respirar con el 100% de su capacidad pulmonar.
  10. El niño ha de ver el error como una oportunidad para aprender y ser mejor. Orientarse siempre al autoanálisis y la mejora continua.

Sin embargo, estas acciones no se realizan con los niños deportistas que son educados en dos extremos: bien la sobreprotección absoluta (si el niño lo va a pasar mal mejor que no lo haga), bien entrenar a los niños como adultos bajitos (donde no existe ninguna actitud de enseñanza por parte del entorno, pero sí de exigencia máxima). En ambos casos ponemos la base, por un lado, del abandono prematuro y, por otro, una carrera deportiva muy por debajo de su potencial.

José Ángel Caperán

Psicólogo deportivo

futboldecabeza.com

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